Cap Negret y Bitácora: dos nuevas cervezas para dar la bienvenida al 2019
En Althaia hemos decidido celebrar la llegada del nuevo año haciendo lo que más nos gusta: elaborar cerveza de la mejor calidad. Por eso hemos incluido recientemente en la familia dos cervezas muy especiales: Cap Negret y Bitácora. Ambas suponen una firme apuestas por el formato de lata, que además de conservar las cualidades organolépticas al proteger la cerveza de la luz, resulta mucho más cómodo y fácil de llevar a donde quieras. Como todos los demás miembros de la familia, Cap Negret y Bitácora se inspiran en historias y leyendas con temáticas vinculadas al mar, haciendo gala de su profundo carácter marinero. Estos relatos, en los que nos inspiramos a la hora de seleccionar los procesos de elaboración e ingredientes, confieren una nueva dimensión y las dotan de identidad y vida propia, retratadas además por sus inconfundibles ilustraciones.
CAP NEGRET, REFUGIO Y GUÍA DE MARINEROS
Cap Negret es una pionera en su estilo al ser la primera Oatmeal Stout con Nitro de España y en lata. Su principal particularidad es que en lugar de emplear gas carbónico, hemos utilizado nitrógeno para su envasado, lo que produce una bella cascada al ser servida y una cremosa espuma que persiste en la copa. Para conseguir el máximo efecto y sacar todo el partido a este formato es imprescindible agitar generosamente tres veces y servir en vaso de forma brusca. El efecto servida desde barril es igualmente sorprendente.
Una vez servida nos encontraremos ante una Ale maltosa y oscura y de cuerpo pleno, con la cremosidad complementaria que le aportan la avena y la finura del nitrógeno. Suave, untuosa y aterciopelada en boca, equilibrada y muy fácil de beber. Con el aroma de granos tostados y un suave carácter a café y crema. Con un 4,8 % de alcohol, el cómodo formato en lata de 33 cl. y la diversión de servir una cerveza con nitro, hará de esta cerveza el acompañante perfecto para cualquier ocasión.
Esta cerveza es un tributo al Cap Negret, un lugar único, un gran faro en medio del tiempo que nos vigila y nos guía, anclado en la historia. Este pequeño cabo en la bahía de Altea (Alicante) se formó por la erupción de un volcán hace 225 millones de años y sirvió durante siglos como cantera para aprovechar su durísima lava petrificada. La gran roca negra sobre el mar fue en la antigüedad santuario de la diosa Tanit, adorada por los marineros fenicios, y a sus pies se estableció un embarcadero. En el siglo XVI se construyó sobre ella la torre vigía que observaba la infinidad de barcos que fondeaban para abastecerse del agua del Río Algar. Aquella gran torre fue substituida en 1937 por una batería de defensa.
Hito y refugio de navegantes en travesía por el Mediterráneo, Cap Negret sigue guiándonos en nuestro viaje. Nos susurra entre las olas del mar las mil historias conservadas en sus negras rocas y la certeza de que para encontrar vientos favorables, primero debemos elegir nuestro destino.
BITÁCORA, UN TRIBUTO A CHING
Bitácora, por otro lado, es nuestra nueva cerveza de estilo American IPA. El enlatado garantiza que se mantenga fresca quede preservada toda la intensidad del lúpulo. Estamos ante una cerveza atrevida y decididamente lupulada por su dry hopping extra, que le aportan frescas notas cítricas, resinosas y frutales. Con un 6 % de alcohol y color dorado brillante. En el retrogusto notaremos un suave y fresco amargor y sabor a lúpulo que permanecerá en el recuerdo.
Esta cerveza se encuentra inspirada en el apasionante relato de la valiente Ching Shih, la pirata más poderosa del mar del sur de China. Cuenta la historia que una noche de 1785 nació Ching Shih en la ciudad de Cantón, y convertida desde niña en una buscavidas, a los 16 años trabajó en un burdel de la misma ciudad. Tiempo después conoció al que se convertiría en su esposo, Zheng Yi, poderoso pirata y dueño de la flota de la Bandera Roja.
Ching demostró su pericia a los mandos de la flota, logrando que alcanzara una enorme fama al forjar alianzas con sus competidores en una gran coalición pirata. Nació así una de las flotas más poderosas del mundo, completamente liderada por Ching tras la muerte de su marido en 1807. La astuta pirata dedicó su vida a los negocios y a la estrategia militar, llegando a tener 80.000 hombres a su mando, entre los que también se contaban mujeres, niños, agricultores y espías. Ching Shih demostró su inteligencia hasta el final pues prefirió retirarse de la piratería y vivir en paz hasta los 69 años.
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